Escuchar nuestro corazón, descubrir quiénes somos, no es simple. 

 

Demanda tiempo antes de que el diálogo interior se tranquilice.

 

En el silencio del “hacer nada” comenzamos a saber qué es lo que sentimos.

 

Si sabemos escuchar y oír los mensajes que nos son transmitidos,

entonces cualquier cosa en la vida puede ser nuestro guía.

 

Escucha.

 

Anónimo